El mundo laboral se encuentra sometido a una transformación constante influenciado por los ciclos económicos, la tecnología, los avances en ergonomía, el diseño de los espacio de trabajo y, sobre todo, por las personas. Las nuevas generaciones que se están incorporando al mercado laboral.
Los millennials o generación Y (jóvenes nacidos entre 1981 y 1995), que a día de hoy suponen una media del 25% de las plantillas de trabajo, abarcarán el 75% de las organizaciones en 2025. Esta generación presenta una excelente formación y una sólida autoestima, por lo que quieren ser participes del cambio que se está produciendo en los entornos de trabajo. Este hecho les hace valorar enormemente aspectos como la flexibilidad laboral (entendida como una combinación entre lo que pueden hacer y lo que les está permitido hacer), la colaboración y el trabajo en equipo.
Los millennials son personas con expectativas, capaces de crear y desarrollar negocios propios sostenibles, que buscan la realización personal y profesional y que tienen el potencial de cambiar la sociedad a través de la innovación. Considerados nativos digitales, no conciben el trabajo como un espacio físico, sino virtual. Con una conexión a internet, un dispositivo móvil y unos beats para aislarse escuchando música, pueden desarrollar su trabajo en cualquier lugar y a cualquier hora.
Esta dualidad entre lo físico y lo virtual ha conducido a la creación de un nuevo concepto: el empleado 3.0 (trabaja donde y cuando quieras). Aunque es cierto que en España queda aún bastante camino por recorrer: la deslocalización laboral solo ha sido aplicada para el 7,4% de la población activa.
Si bien es crítico para las empresas mejorar la comodidad y la funcionalidad de los espacios de trabajo (son ocupados por las diferentes generaciones que forman parte de la organización), las tendencias y el principal reclamo para captar el talento de los millennials es la evolución a la smart-office (diseños confortables de espacios de trabajo que se adapten a la necesidad cambiante de las empresas y a las nuevas tendencias y formas de trabajar que facilitan la interacción y aumentan la productividad de los empleados).
Los millennials quieren que el lugar de trabajo sea social y divertido, sin espacios donde las paredes y cubículos limiten la colaboración y el intercambio de ideas. Para ello, son necesarias oficinas que cuenten con zonas abiertas, horizontales y sin despachos, que favorezcan el diálogo entre compañeros y departamentos. No menos importante es el hecho de que esta distribución permite el ahorro en metros cuadrados y pone en valor las organizaciones planas y menos jerarquizadas, aspecto muy apreciado por este colectivo.