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“Los borrachos y los niños nunca mienten”, nada más lejos de la verdad. Algunos niños adquieren este mal hábito desde pequeños y si no se les corrige a tiempo, cuando sean adultos serán personas poco confiables. Si te has dado cuenta que tu hijo se ha vuelto un mentiroso, debes tomar medidas.
A partir de los seis años, los niños ya tienen conciencia de que no están diciendo la verdad, es decir, lo hacen como un acto voluntario. Antes de esa edad, la fabulación es inherente a sus vidas. Eso no significa que si tiene tres años, por ejemplo, y lo pillamos en una mentira, no debamos enseñarle que esa actitud está mal.
Lo primero que tienes que hacer si observas que tu hijo, en reiteradas ocasiones, hace uso del engaño, es descubrir los motivos que lo llevan a ello. Señala guíadelniño.com que: “Si un niño miente de forma sistemática es porque obtiene alguna ventaja de esta situación. En este caso, hay que tratar de definir por qué lo hace, qué gana con ello y en función de las respuestas obtenidas, buscar la mejor solución”.
Así me siento más fuerte. Algunas veces, ocultar la verdad con un engaño es un signo claro de baja autoestima. Si el niño no se siente bien con su vida es muy probable que invente historias acerca de él, como por ejemplo, que es un excelente jugador de futbol cuando no tiene habilidades para el deporte. Pon atención a estas señales, puede estar pasando por un mal momento y necesitar ayuda profesional.
Así no me castigan. Cuando no asume las consecuencias de sus actos, escudándose con la frase: “yo no fui” o culpando a otro de lo que él hizo, se hace necesario revisar las normas en la casa. Tal vez se está siendo muy estricto en la disciplina que se imparte en el hogar y el niño vive constantemente temeroso. Es importante impartir obligaciones a los hijos dependiendo de su edad y de sus capacidades. Por otra parte, enséñale que la sinceridad es un valor apreciado y que confesar un acto tendrá un castigo más leve que ocultarlo con una mentira.
Así consigo lo que quiero. El niño ha tenido éxito en otras oportunidades al mentir, por eso lo hace. Observa cómo cuenta las cosas, si se contradice, compara su versión con la de otras personas. Si compruebas que está mintiendo hazle entender que su actitud tendrá consecuencias.
Y, lo más importante, si no quieres que tu hijo continúe con este desagradable comportamiento, sé su ejemplo a seguir. Si se da cuenta que utilizas una mentira para salvarte de cualquier cosa, no tendrás moral para reclamarle lo que tú mismo haces.
Fuente: guíadelniño.com