Por lo general (y no en términos económicos) una persona se considera pobre cuando el dinero se le va en gastos o cuando éstos superan sus ingresos y no le queda para desperdiciarlo en ocio o actividades del tiempo libre, lo que se consideraría que no puede acceder a ciertos elementos o comodidades que mejoren su calidad de vida.
Sin embargo, puede que usted esté equivocado y su cabeza sea la que constantemente le insinue que usted es pobre, que sus problemas financieros no tienen solución y que, “como no hay nada que hacer”, simplemente sea mejor por adoptar una filosofía de vida al estilo “es mejor disfrutar mientras que se pueda”.
Pero lo cierto es que la pobreza, como tal, tiene otras definiciones. El Banco Mundial la define como “la incapacidad para alcanzar un nivel de vida mínimo” y es un concepto que, además, ha delimitado una línea con el fin de analizar y evaluar las condiciones de pobreza en el mundo, basándose en “el consumo” y teniendo en cuenta: uno, “el gasto necesario para acceder a un estándar mínimo de nutrición y otras necesidades muy básicas” y dos, “la cantidad que varía de un país a otro y que refleja el costo que tiene la participación en la vida diaria de las sociedades”.
Así, en lo que respecta a Colombia, según el DANE, Departamento Administrativo Nacional de Estadística, al 2015 el valor de la línea de pobreza monetaria, por hogar, fue de $894.552. Esto quiere decir que, en total, el 27,8% de los colombianos se encuentran en este grupo. En tanto, el valor de la línea de pobreza monetaria extrema, por hogar para el año 2015 fue de $408.436; a la cual pertenecía el 7,9% de la población del país. Ahora, ¿si se sigue considerando ‘pobre’?
Cuestión de mentalidad
Con esto, cuando hablamos de una “mentalidad de pobre” es porque hacemos referencia a una persona que no sabe administrar de forma adecuada su dinero. Por eso, lo invitamos para que aprenda a identificar cuáles son las diferencias entre ricos y pobres y así, descubra si va por un buen camino para volverse millonario o lograr su sueño de emprendimiento.
De esto también parte si es de quienes trabajan para hacer dinero o hace que el dinero trabaje para usted. Si es de los primeros, probablemente el dinero nunca le alcanza, gasta sin todavía haber recibido su salario, (¿recuerda ese vestido de marca que según usted tenía que comprarlo, porque no habría otra oportunidad y terminó valiéndose del bolsillo de su mejor amiga?), bueno, usted lo que está haciendo es complaciéndose momentáneamente.
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