Casi todos sabemos que correr es uno de los ejercicios en los que más calorías se gastan, especialmente si eres de aquellos que disfruta hacer largas distancias o maratones.
Para los corredores que asumen desafíos como la maratón o media maratón es de gran importancia tanto el entrenamiento y el control mental como la alimentación previa a la carrera.
Fotografía: Catkin
En su libro Dieta para runners, la nutricionista, Lucía Bultó Sagnier, brinda unos consejos y claves para alimentarse de manera eficaz de manera que puedas asumir de manera exitosa un reto como una maratón.
Aquí te mostramos algunas de las sugerencias sobre alimentación para corredores que la doctora Bultó ofrece en su texto.
Dieta genérica. Cuando se trata de alimentación, no todas las personas parten del mismo punto porque hay que considerar, peso, altura, musculatura y resistencia. No valen los mismos parámetros alimenticios para todas las personas.
Asimismo hay que considerar los objetivos de cada persona, unos quieren perder peso, otros ganar músculo.
Comer ligero. A veces comer ligero no es la mejor opción, si no consumes las calorías necesarias podrías sentir fatiga, bajo rendimiento, mareos, pérdida de masa muscular, desnutrición general y falta de aptitud y actitud frente a la competición.
El consejo a seguir es que debes tener una alimentación equilibrada entre gasto e ingesta calórica.
Comer pocos carbohidratos. Los corredores deben estar conscientes de que, en cuanto a carbohidratos, deben consumir la cantidad adecuada en relación con su gasto energético. Alimentos que aportan una buena cantidad de carbohidratos son: pan, pasta, patata, arroz, cereales en general y frutas.
Exceso de proteínas. Las dietas aterogénicas favorecen la aparición de enfermedades cardiovasculares, además de descalcificar los huesos y aumentar la necesidad de vitamina B12 Y B6.
Dieta pobre en hierro. Cuando se consumen pocos alimentos con hierro se produce mayor cansancio, anemia y en las mujeres causa amenorrea o falta del ciclo menstrual. Cuando se está en régimen de entrenamiento se recomienda consumir 30 miligramos de hierro al día, el cual está presente en: carnes rojas, hígado, foie gras, marisco, huevo, frutos secos y cereales de desayuno.
Dieta pobre en calcio. Cuando se consume poco calcio baja la densidad osea y pueden aparecer lesiones, calambres musculares, entre otros problemas. Se recomienda ingerir de 900 a 1000 miligramos de calcio al día, que está presente en: productos lacteos, el pescado pequeño, del tipo de las sardinillas; los frutos secos y las legumbres.
Dieta baja en ácido fólico. Al consumir poco ácido fólico se produce más rápidamente el cansancio, además de que aparece la anemia y palpitaciones. Si haces ejercicios intensos debes consumir entre 500 y 600 miligramos en ácido fólico diarios, que se encuentra en: carnes rojas y pescados, legumbres, huevos, verduras de hoja verde, levaduras y plátano.
Fuente: El Confidencial